Es posible que ya todos hayan visto varias veces las repeticiones de los momentos cumbres del partido, pero daño no hará resumirlos una vez más: alrededor de cuatro penales (tres de ellos bastante claros) a favor del Chelsea que no fueron cobrados y un gol al último minuto del Barça, gol que le dio la clasificación. La alegría de los hinchas blaugranas contrastaba con la rabia de los hinchas del Chelsea. Admito que siempre me ha gustado el Barça pero pienso que esa no era la forma de clasificar.
Los ‘Blues’ plantearon, en ambas rondas, partidos con vocación defensiva basados en análisis de los octavos y cuartos de final: tanto el Bayern como el Lyon le quisieron jugar de igual a igual y ambos salieron goleados. Guus Hiddink, técnico del Chelsea, le planteó el mejor partido que pudo al Barcelona monstruoso de la temporada que acaba de terminar, el partido que nadie le pudo plantear bloqueando todo asomo de magia; algo que mucha gente toma como razón válida para llamar al Chelsea ‘un equipo amarrete que no merecía clasificar’ minimizando los errores arbitrales y reafirmando la clasificación de los catalanes.
Señores, el jugar defensivamente es una táctica totalmente válida en el fútbol, no está normada, ni castigada con tarjetas o multas (siempre y cuando se respete el juego limpio); por ende, la táctica del Chelsea fue totalmente natural para hacer frente a un Barcelona que venía con todo. No podemos llamarle ‘equipo sin ideas’ conociendo los rivales que había previamente eliminado en fases previas (Juventus, Liverpool) con los eliminados por el Barça (Lyon, Bayern). Las diferencias son notorias.
Ahora, concentrándonos en los penales, no fue culpa del Barça que no los hayan cobrado, eso queda claro. Simplemente fue un pésimo árbitro el culpable (Tom Henning Obrevo, de quien se dice no tenía la suficiente experiencia para un partido de tal nivel). El árbitro y los jueces de línea cuya ubicación también les permitía forjar una opinión sobre las jugadas. En fin, se habla de teorías de conspiración de la UEFA sobre publicidad e ingresos por televisión mayores en caso la final sea Manchester – Barcelona pues, seamos francos, era la que más vendía antes que ver otra vez a dos equipos ingleses enfrentándose. Para los defensores de esta teoría, el punto resaltante es que un árbitro puede equivocarse una o dos veces en un partido, pero ¿cuatro?
El Barcelona terminó la temporada en un nivel excepcional que le daba el nivel mediático de mejor equipo del mundo, lo cual era ratificado en la cancha con el gran partido que le planteó al Manchester United en la final coronándose campeón de Europa. En fin, terminando de hablar de esas semifinales difusas, ¿teoría de conspiración o suerte de campeón? Eso lo decide cada uno. Los dejo con el video, escriban sus opiniones.
Gracias por leer.
P.D. Personalmente, considero un tanto exagerada la sanción a Drogba, Ballack y Bosinwga por sus reacciones post-partido. Es más, deberían hacerle una estatua a Ballack por su autocontrol tomando en cuenta la situación y el partido.