Quiero empezar con una sola palabra: Partidazo. El partido que el día de ayer disputaron el Manchester United con el Chelsea fue un fiel reflejo de porqué la Premier League inglesa es, hoy por hoy, el torneo más competitivo del mundo. Treinta y ocho fechas de Liga Inglesa resumidas en ciento veinte emocionantes minutos más penales que me hicieron llegar casi media hora tarde a un examen parcial. Y bueno, dada la ardua lucha con que se desarrolló el partido, el mismo tuvo que definirse por la suerte de los disparos desde los doce pasos, suerte que favoreció a los de Manchester y que le jugó una mala pasada al capitán ‘blue’ John Terry a quien, sin embargo, no puede reprochársele absolutamente nada. Ciertamente este partido compensó con creces el decepcionante nivel de los encuentros que habíamos presenciado en las semifinales y logró que, una vez más, a nuestros corazones de balón les salieran estrellitas.
Así son los penales, así son los palos, así es el fútbol, así es la vida.
Continuando en el viejo continente, ya han llegado a su fin las respectivas ligas de esa parte del planeta pero en especial hablaremos de las llamadas ‘Big Five Leagues’: en Francia no ha habido mayores sorpresas al confirmarse la hegemonía que tiene el Olympique Lyonnais en la tierra de Napoleón al campeonar por séptima vez consecutiva; en Alemania se plasmó, con la obtención de la Bundesliga, la superioridad mostrada por el Bayern Munich a lo largo de dicho torneo en el cual nunca descendió del primer lugar de la tabla. Vale un aplauso para los bávaros y a sus contrataciones muy acertadas para esta temporada.
La cosa ha estado un tanto más reñida en las tres ligas restantes: tanto la Serie A italiana como la Premier League inglesa se definieron en la última fecha saliendo campeones el Inter de Milán y el Manchester United equipo que, en estos momentos, parece ser el mejor del mundo. Finalmente, en España el Real Madrid consiguió el bicampeonato tras despuntarse en las últimas fechas sobre sus perseguidores sobre todo del Barcelona, a quienes, más que la no obtención de la Liga, les dolió tener que realizar el tradicional-humillante pasillo como homenaje al campeón que resultó ser su clásico rival. Saludo a la buena campaña y eficiencia del Real Madrid así como al Barça por la hidalguía mostrada en la aceptación de la derrota, aceptación necesaria para muchos de nosotros no sólo en el fútbol sino en nuestras vidas.
La resignación e hidalguía ante la victoria del campeón
Para terminar, si vemos el ámbito futbolístico local nos topamos con un Universitario como serio candidato al título del Torneo Apertura con perseguidores tanto cercanos como lejanos, con Alianza Lima atípicamente incluido en este último grupo debido, principalmente, a la ineficacia de sus dirigentes. Y la selección, bueno, la selección sigue como siempre.
Gracias nuevamente por leer, esperen los siguientes posts y no olviden comentar si tienen alguna opinión. Gracias especiales a los que visitan este blog seguidamente. ¡Nos vemos!
