domingo, 11 de julio de 2010

El toro de cerebro anaranjado

A ver, repasemos la alineación de España hace 4 años, el 4-3-3 con el que fue eliminado ante Francia en octavos:

Y el once de hoy:


Cambios han habido, en la alineación y en el estilo de juego. El 4-3-3, teniendo en la delantera a un joven Villa, a un experimentado pero no inspirado Raúl y a un de verdad niño Torres, este equipo arrasó en la fase de grupos, pero en octavos el mediocampo de Francia se los comió vivos. Un error que les costó la eliminación.

Pero los errores están para corregirse y vaya que se han corregido en la selección ibérica gracias a la materia prima proporcionada, en su gran mayoría, por el Barcelona y el Real Madrid. El club que el año pasado fue campeón de todo brindó 7 jugadores en la alineación titular de la final. El mediocampo español logró una mayor posesión del balón (efectiva a la vez que divertida) y, aunque eso se tradujo en menos goles anotados, no se hizo un sacrificio en el buen juego mientras los jugadores madridistas brindaban gran seguridad del mediocampo para abajo logrando los resultados propuestos. Un 4-4-2 con volantes mucho más libres, tanto para defender como para volcarse al ataque.

Ahora, hay algo importante que decir de los 7 del Barcelona, esos 7 cuyo estilo de juego se vio plasmado en la España de esta Copa del Mundo. Todos ellos, menos Villa recientemente contratado, lo ganaron todo el año pasado con el Pep Guardiola; quien dió continuidad a Piqué, Busquets, Pedro e Iniesta con un modo peculiar de juego dentro del once titular azulgrana. Este modo de juego es, a su vez, herencia indudable que Guardiola obtuvo de Johan Cruyff, holandés de juego precioso y revolucionario, el estandarte del llamado fútbol total. Es por eso que se podría decir que, dentro de cada uno de los toros campeones del mundo el día de hoy, se encuentra un cerebro teñido ligeramente de anaranjado. Combinado con la inteligencia y paciencia suprema de las tácticas de Vicente del Bosque (un técnico con mentalidad ganadora, campeón varias veces con el Real Madrid) para llegar al gol, el título estaba prácticamente asegurado.


(no estoy a favor de la tauromaquia, el toro es el animal nacional de España así que no quedaba de otra para la comparación)

Mención aparte para Holanda. Esta gran selección que estuvo invicta por casi dos años y, mejor aún, jugando bien no logró expresar hoy todo lo que saben hacer sus pies con el balón por lo que los objetivos fueron las piernas rivales. Nadie quiere perder una final del mundo y, quizá debido a experiencias previas donde perdieron jugando el mejor fútbol y mereciendo campeonar, recurrieron al juego fuerte y trabado para poder ganar. Aún así, sería mezquino no ponerse de pie y aplaudirlos por el camino recorrido y por los rivales abatidos.

Y... se terminó el Mundial. Una fiesta más que se nos va y a esperar 4 años para el próximo. Los nostálgicos lo recordaremos en los años venideros y lo comentaremos infinitamente. Empieza la cuenta regresiva para Brasil 2014 y hay mucho por hacer para llegar ahí. La mejor selección es la merecida campeona y, como siempre, el fútbol actuará como paliativo en una sociedad bastante golpeada por la crisis. Y es que saber que eres monarca del mundo del fútbol por 4 años anima a cualquiera.

Y será hasta la próxima fiesta, a la que ojalá estemos invitados.



PD. Como pudieron ver, este post trata sobre la final únicamente, lo mejor del Mundial, según mis punto de vista, vendrá en otros (sí, ahora sí escribiré más seguido!)

miércoles, 7 de julio de 2010

Análisis tardío (pero análisis al fin) del Mundial


Lo sé, lo sé. Cualquier blogger futbolero que se respete debería haber escrito, por lo menos, unos 15 posts durante el Mundial que está a punto de terminar y eso es algo que me sigo reprochando y quizá también por eso este post salga un poco más largo de lo usual.

Estamos a menos de 4 días del fin del Mundial Sudáfrica 2010 y todo volverá a ser como fue: los trabajos recuperarán su productividad, las parejas volverán a salir juntas y, muy probable y lamentablemente aunque espero equivocarme, el continente africano dejará de tener el sitial importante que ha tenido este último mes. Pero, a todo esto, ¿qué tuvo de nuevo esta Copa del Mundo que otras anteriores no hayan tenido?

Los primeros días, nosotros como espectadores pudimos ver una copa un tanto, podría decirse, aburrida. Un fútbol especulativo empezó a repetirse en varios pasajes de la primera fase y a mi parecer fue consecuencia natural de la llamada corriente del Resultadismo de la cual se habló mucho (y podría hacerse un artículo de Wikipedia al respecto) durante el fin de la temporada 09/10 y que podría resumirse en "un sacrificio en la vistosidad del juego en pos de obtención de un resultado". Afortunadamente, con el pasar de los partidos esta estrategia fue abandonándose de a pocos que incluso hasta las selecciones menores dejaron de practicarla por el simple hecho de que necesitaban puntos para clasificar y, como NADIE QUIERE QUEDARSE AFUERA DE UN MUNDIAL, les urgía ganar y, para eso, arriesgar. Se me viene en este momento una frase de Jorge Valdano: "¿en qué medida podría llamársele efectivo al Resultadismo si no consigue resultados?"

Tras el pobrísimo promedio de goles de la primera fase (corríjanme si me equivoco, el más bajo de la primera fase en la historia de los Mundiales) los temas principales de conversación fueron dos. Uno fue la temprana eliminación de Francia e Italia de la Copa, sin triunfos y de fútbol generado mejor no hablar. El otro fue el extraordinario momento de los equipos sudamericanos en la primera fase: una sola derrota en quince partidos de primera fase.

Los octavos de final fueron todo lo contrario: llenos de goles, emocionantes, vertiginosos, emotivos y sorpresivos también. De las llaves de EEUU-Ghana y Uruguay-Korea nos resultaría un semifinalista poco habitual que a larga terminó siendo el equipo charrúa, las polémicas empezaban a entrar en juego a causa de los errores arbitrales y, por más gracioso que suene, las pollas empezaban a caer. La eliminación contundente de Inglaterra a manos de Alemania ratificó que el Mundial no hay favoritos hasta que empieza. Y, si bien la vistosa selección chilena fue la primera en hacer las maletas, Sudamérica seguía en carrera.

Hasta que cayeron: primero fue Brasil y Argentina rió, al día siguiente Argentina cayó y Brasil esbozó una sonrisa de consuelo a la vez que Paraguay caía luchando y nos quedábamos sin novia del Mundial. Europa se imponía en los cuartos de final más infartantes que me hayan tocado vivir.

Creo que me he excedido con la longitud del post así que terminaré abruptamente y pido disculpas por ello. El día de hoy ya sabemos quienes serán los finalistas: Holanda y España. Me alegra que sean ellos debido a que son dos equipos que nunca antes han alzado la Copa del Mundo (situación que no se daba desde la final de Argentina 78!) y porque ambos priorizan un juego continuo y vistoso en base a toques de balón rápidos y precisos. Tenemos una gran Final y a dos equipos con sed de gloria en ella y es que de eso se trata el Mundial.

Entre la Furia Roja y la Naranja Mecánica está el próximo monarca mundial

Saludos!