miércoles, 7 de julio de 2010

Análisis tardío (pero análisis al fin) del Mundial


Lo sé, lo sé. Cualquier blogger futbolero que se respete debería haber escrito, por lo menos, unos 15 posts durante el Mundial que está a punto de terminar y eso es algo que me sigo reprochando y quizá también por eso este post salga un poco más largo de lo usual.

Estamos a menos de 4 días del fin del Mundial Sudáfrica 2010 y todo volverá a ser como fue: los trabajos recuperarán su productividad, las parejas volverán a salir juntas y, muy probable y lamentablemente aunque espero equivocarme, el continente africano dejará de tener el sitial importante que ha tenido este último mes. Pero, a todo esto, ¿qué tuvo de nuevo esta Copa del Mundo que otras anteriores no hayan tenido?

Los primeros días, nosotros como espectadores pudimos ver una copa un tanto, podría decirse, aburrida. Un fútbol especulativo empezó a repetirse en varios pasajes de la primera fase y a mi parecer fue consecuencia natural de la llamada corriente del Resultadismo de la cual se habló mucho (y podría hacerse un artículo de Wikipedia al respecto) durante el fin de la temporada 09/10 y que podría resumirse en "un sacrificio en la vistosidad del juego en pos de obtención de un resultado". Afortunadamente, con el pasar de los partidos esta estrategia fue abandonándose de a pocos que incluso hasta las selecciones menores dejaron de practicarla por el simple hecho de que necesitaban puntos para clasificar y, como NADIE QUIERE QUEDARSE AFUERA DE UN MUNDIAL, les urgía ganar y, para eso, arriesgar. Se me viene en este momento una frase de Jorge Valdano: "¿en qué medida podría llamársele efectivo al Resultadismo si no consigue resultados?"

Tras el pobrísimo promedio de goles de la primera fase (corríjanme si me equivoco, el más bajo de la primera fase en la historia de los Mundiales) los temas principales de conversación fueron dos. Uno fue la temprana eliminación de Francia e Italia de la Copa, sin triunfos y de fútbol generado mejor no hablar. El otro fue el extraordinario momento de los equipos sudamericanos en la primera fase: una sola derrota en quince partidos de primera fase.

Los octavos de final fueron todo lo contrario: llenos de goles, emocionantes, vertiginosos, emotivos y sorpresivos también. De las llaves de EEUU-Ghana y Uruguay-Korea nos resultaría un semifinalista poco habitual que a larga terminó siendo el equipo charrúa, las polémicas empezaban a entrar en juego a causa de los errores arbitrales y, por más gracioso que suene, las pollas empezaban a caer. La eliminación contundente de Inglaterra a manos de Alemania ratificó que el Mundial no hay favoritos hasta que empieza. Y, si bien la vistosa selección chilena fue la primera en hacer las maletas, Sudamérica seguía en carrera.

Hasta que cayeron: primero fue Brasil y Argentina rió, al día siguiente Argentina cayó y Brasil esbozó una sonrisa de consuelo a la vez que Paraguay caía luchando y nos quedábamos sin novia del Mundial. Europa se imponía en los cuartos de final más infartantes que me hayan tocado vivir.

Creo que me he excedido con la longitud del post así que terminaré abruptamente y pido disculpas por ello. El día de hoy ya sabemos quienes serán los finalistas: Holanda y España. Me alegra que sean ellos debido a que son dos equipos que nunca antes han alzado la Copa del Mundo (situación que no se daba desde la final de Argentina 78!) y porque ambos priorizan un juego continuo y vistoso en base a toques de balón rápidos y precisos. Tenemos una gran Final y a dos equipos con sed de gloria en ella y es que de eso se trata el Mundial.

Entre la Furia Roja y la Naranja Mecánica está el próximo monarca mundial

Saludos!

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