Hoy se clausuran las Olimpiadas y este blog y su autor se hacen presentes con una breve reflexión.
Somos alrededor de 28 millones de peruanos pero, de todos nosotros, solo trece lograron clasificarse a los Juegos Olímpicos, desarrollados en la ciudad china de Beijing, luego de entrenar arduamente con escaso o nulo apoyo tanto del Estado como de la empresa privada. Esos trece prometieron, al partir de nuestras tierras, el mayor de los esfuerzos en la cita olímpica y, efectivamente, es plausible que se haya conseguido el mejor desempeño de una delegación olímpica nacional desde, tengo entendido, Barcelona 92 con un grupo de peruanos que ven al deporte como un modo de vida y cuya afrenta a las dificultades cotidianas que acarrea la práctica del deporte amateur en nuestro país es por lo demás digno de subrayar.
Sin embargo, no podemos negar que queda para la reflexión el hecho de que, hace pocos días, se haya recortado (aún más) el presupuesto destinado a las actividades deportivas amateur para el año 2009 en 15 millones de soles. Y la reflexión se hace aún más grande al darnos cuenta de que los seleccionados nacionales de fútbol cobran alrededor de dos mil dólares por partido jugado en las Eliminatorias Mundialistas, competición en la que actualmente el Perú se encuentra en la última posición.
Ciertamente da mucho que pensar tanto para nosotros, los hinchas, para los deportistas amateur que no sienten apoyo alguno y aún así dejan todo por representar al país y espero que también dé que pensar a los seleccionados nacionales y su actitud al momento de vestir la casaquilla nacional. Por otra parte, disculpas a los lectores por no publicar desde hace varias semanas y también por publicar este post el cual no está únicamente dedicado al fútbol, pero creo que nunca viene mal una pequeña reflexión de vez en cuando.
Muchas gracias por leer. Nos vemos.
Somos alrededor de 28 millones de peruanos pero, de todos nosotros, solo trece lograron clasificarse a los Juegos Olímpicos, desarrollados en la ciudad china de Beijing, luego de entrenar arduamente con escaso o nulo apoyo tanto del Estado como de la empresa privada. Esos trece prometieron, al partir de nuestras tierras, el mayor de los esfuerzos en la cita olímpica y, efectivamente, es plausible que se haya conseguido el mejor desempeño de una delegación olímpica nacional desde, tengo entendido, Barcelona 92 con un grupo de peruanos que ven al deporte como un modo de vida y cuya afrenta a las dificultades cotidianas que acarrea la práctica del deporte amateur en nuestro país es por lo demás digno de subrayar.
Sin embargo, no podemos negar que queda para la reflexión el hecho de que, hace pocos días, se haya recortado (aún más) el presupuesto destinado a las actividades deportivas amateur para el año 2009 en 15 millones de soles. Y la reflexión se hace aún más grande al darnos cuenta de que los seleccionados nacionales de fútbol cobran alrededor de dos mil dólares por partido jugado en las Eliminatorias Mundialistas, competición en la que actualmente el Perú se encuentra en la última posición.
Ciertamente da mucho que pensar tanto para nosotros, los hinchas, para los deportistas amateur que no sienten apoyo alguno y aún así dejan todo por representar al país y espero que también dé que pensar a los seleccionados nacionales y su actitud al momento de vestir la casaquilla nacional. Por otra parte, disculpas a los lectores por no publicar desde hace varias semanas y también por publicar este post el cual no está únicamente dedicado al fútbol, pero creo que nunca viene mal una pequeña reflexión de vez en cuando.
Muchas gracias por leer. Nos vemos.
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