Las rosas son rojas, las semifinales son azules

La tarde del martes 14 de abril, mientras veía los minutos finales del encuentro entre el Chelsea y el Liverpool en Stamford Bridge, solo atinaba a cerrar los ojos y agradecer por estar desempleado en ese momento y tener la oportunidad de apreciar tamaña demostración de fútbol de clase y calidad.

Frank Lampard, Capitán del Chelsea en este encuentro ante la ausencia de Terry, celebrando el tanto que aseguraba la clasificación de los blues

Agradecí poder haber visto ese partido (que estoy seguro que, salvo que pase algo impresionante en los meses que quedan, es bolo fijo a llevarse el rótulo de 'partido del año') y apreciar tanto las ganas de los Reds por sacar el resultado adelante, como la calidad de los Blues para frenar esas ganas y convertirlas en ideas propias generadoras de fútbol.

Chelsea, justo ganador por lo que hizo en Anfield, cancha del Liverpool y una plaza DIFICILISIMA para cualquier equipo, espera al Barcelona en una semifinal por la cual muchos empleados desearían estar cesantes sólo para ver a esos dos monstruos jugar. Y ni que decir del Manchester United contra el Arsenal, dos respetados técnicos con vasta experiencia y con jugadores capaces de cambiar el destino de un partido en un soplo de inspiración.

Mientras tanto, yo sigo deshojando margaritas en busca de una práctica o un trabajo que me permita ganar unos soles para mis cosas y un ahorro para peores épocas. A cada pétalo recito: 'Conseguiré trabajo, no conseguiré trabajo, conseguiré trabajo...'. Teniendo en cuenta los partidos que se vienen creo que ambas opciones pueden convenirme a determinado plazo. En fin, eso se lo dejo a la margarita.

Como siempre, gracias por leer a todos, un abrazo.


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